El Jemad pidió hace medio año una «imprescindible inversión» en tecnología para evitar espionajes

Jemad
El almirante Teodoro López Calderón.
Carlos Cuesta

El Gobierno ha priorizado otras políticas y ahora se enfrenta a la crisis de Pegasus, pero las advertencias le llegaron por todas partes: una carta del Jemad, Teodoro López Calderón, reclamó en diciembre del pasado año “una imprescindible inversión en programas tecnológicos”. Todo ello, para poder “cumplir las misiones que el Gobierno nos ha encomendado y que previsiblemente nos encomendará”.

La carta del Jefe del Estado Mayor de la Defensa (Jemad) fue incluida en la publicación oficial del Ministerio de Defensa, precisamente, como mecanismo de respaldo al mensaje del almirante general Teodoro López Calderón. El Jemad señalaba el rumbo que debían tomar las Fuerzas Armadas españolas “para poder afrontar los retos que nos esperan en el largo plazo, en este caso referido a un horizonte aproximado del año 2035, enfocándolo sobre todo a la industria de defensa”. Y no ocultaba que su “objetivo es lograr un mayor entendimiento de las necesidades que en materia de capacidades requieren nuestras Fuerzas Armadas”.

El Jemad no daba más datos de las misiones exigidas por el Gobierno. Pero nadie en el Ejército oculta que, hoy en día, es imposible de comprender la función militar sin tener en cuenta la ciberguerra y los ciberataques. Los espionajes y los robos de datos. El almirante subrayaba que “en un mundo en el que la tecnología a emplear es cada vez más determinante, pero también más costosa, en el que los grandes desarrollos industriales vienen precedidos de una imprescindible inversión en programas tecnológicos, es de vital importancia que la industria conozca de primera mano lo que su cliente, es decir las Fuerzas Armadas, necesita para cumplir las misiones que el Gobierno nos ha encomendado y que previsiblemente nos encomendará”.

El Jemad remarcaba el entorno de “necesaria transformación digital de todas las compañías que formen parte de la cadena de suministro, para conseguir la evolución que se pretende de todo el apoyo logístico”. Y añadía “la necesidad de incrementar ostensiblemente la capacidad de generación de energía para alimentar nuevos sistemas de armas de energía dirigida o sistemas de propulsión eléctricos”.

El almirante explicaba que “el entorno operativo del futuro también conllevará cambio en el ámbito del propio sostenimiento y la gestión logística. Habrá que contar con instalaciones multifuncionales, bases inteligentes y sistemas específicos y conjuntos de gestión logística integral que permitan compartir datos, material y procesos”. Y, en ese contexto, “la robotización, la inteligencia artificial o la computación en la nube favorecerán la transición al modelo de mantenimiento predictivo, incluyendo el empleo de los denominados «gemelos digitales».

Avances tecnológicos

El almirante aclara que “aunque la incorporación de estos avances tecnológicos suponga inicialmente una gran inversión, en contrapartida generarán un abaratamiento sustancial de los costes del ciclo de vida. Asimismo, lo que también resulta muy importante, disminuirá el número de personal técnico integrado en las unidades desplegadas”.

Las indicaciones del JEMAD no apuntaban de forma específica a mecanismos de defensa frente a Pegasus. Pero un aumento de inversión en tecnología militar hubiese evitado, con toda probabilidad, la mala posición de España en materia de preparativos frente a una ciberguerra.
Hace menos de dos semanas, de hecho, 32 países han participado en el ejercicio de ciberdefensa denominado Locked Shields 2022. La entidad organizadora fue el Centro de Excelencia de Ciberdefensa de la OTAN ubicado en Tallín (Estonia). Y los representantes españoles, comandados por el Equipo de Respuesta ante Emergencias Informáticas del Mando Conjunto del Ciberespacio (ESPDEF-CERT), quedaron en última posición.

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